RORCUAL ATRAPADO

En el transcurso de uno de los censos de ballenas y delfines que la SECAC desarrolla frente a las costas de Lanzarote 

En el transcurso de uno de los censos de ballenas y delfines que la SECAC desarrolla frente a las costas de Lanzarote, la embarcación “Oso Ondo” localizó un rorcual tropical juvenil (Balaenoptera edeni) que nadaba con dificultad, con una longitud estimada entre 8 y 10 metros y 20 toneladas de peso. El animal estaba prácticamente inmóvil en la superficie, con un gran cabo aprisionando la aleta caudal, al final del cual había una gran maraña de cabos, lo que además de lastrar e impedir los movimientos del cetáceo, había provocado heridas de varios centímetros de profundidad en ambos lóbulos de la aleta caudal. La embarcación de la SECAC avisó a un equipo de tierra que planificó el rescate gracias a la ayuda del Consorcio de Emergencia de Lanzarote, EMERLAN, que puso a disposición de la SECAC su embarcación y cuyos buceadores profesionales liberaron al animal tras cortar, no sin dificultad, la trampa mortal que esta ballena llevaba arrastrando probablemente varias semanas. En el rescate también participó el reconocido fotógrafo Carlos Suárez quien obtuvo las instantáneas que acompañan este artículo. Son escasas las ocasiones en que se puede liberar un cetáceo de estas dimensiones. 
El tropical es el único rorcual que no realiza migraciones con carácter estacional, habita en las aguas cálidas y tropicales de todos los océanos y prefiere normalmente aquellas con una temperatura en la superficie superior a 20 grados centígrados. Frecuenta las aguas del archipiélago desde abril, adonde penetra probablemente con los frentes cálidos desde el centro del Atlántico, y se mantiene en las islas hasta septiembre u octubre. Su presencia suele ir asociada a la de algunas especies de túnidos, por lo que estas ballenas son indicadores de la presencia de atunes para los pescadores canarios. Se desconoce el origen de tal asociación, aunque ambas especies se alimentan de un recurso común por lo que puede que se trate de una asociación trófica o simplemente del instinto de algunos túnidos de buscar refugio bajo grandes "objetos". Unas semanas antes apareció un rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata) en Gran Canaria que murió aprisionado por una red de nylon que le había deformado completamente el rostro, en lo que debió ser "una muerte sumamente dolorosa". También apareció hace unos años en Fuerteventura, un rorcual común (Balaenoptera physalus), la segunda ballena más grande, con un cabo enrollado en la boca, lo que le ocasionó la muerte por inanición. Desgraciadamente, no hay conciencia sobre el plástico, que está matando un porcentaje de tortugas marinas en Canarias. Un día sí y otro también, estamos liberando tortugas enredadazas con rafias, cabos, redes, etc. en el mar. Mientras, las que no se detectan –la gran mayoría–, mueren lentamente con una agonía tremenda.

Vidal Martín, Presidente de la SECAC
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