LOS VIENTOS ALISIOS

Es uno de los vientos más importantes de nuestro planeta y debe su existencia al calor ecuatorial. Son esenciales para la navegación de altura y permiten cruzar el Atlántico y el Pacífico a vela, soplando tanto en el mar como en la tierra 

Los Alisios son vientos regulares y moderados que soplan sobre la mitad del globo a una velocidad media de unos 20 Km/h. En origen son cálidos y secos en origen pero al atravesar las extensiones oceánicas se cargan de humedad y se enfrían. Los vientos Alisios circulan en el hemisferio Norte en dirección predominante desde el Nor–Este y Sur–Este en el hemisferio Sur. Son bastante constantes en el verano y más irregulares en invierno, en que se ven perjudicados por otros factores meteorológicos.
Visualice la tierra como una enorme esfera cubierta por una ligera capa de aire que es calentada por la radiación del sol con mucha intensidad en todo el perímetro ecuatorial: allí, el aire caliente sube y deja un enorme hueco que es rellenado por el aire que proviene de las zonas tropicales. Pero como la tierra gira, este aire es desviado (por un efecto conocido como “fuerza de Coreolis”) haciendo que el chorro de aire que viene a sustituir el calentado en el ecuador, venga no directamente en dirección de los polos sino de forma oblicua. Cada vez más oblicua cuanto más cerca estemos del ecuador. Son los conocidos vientos Alisios.
El efecto de los Alisios como cualquier otra corriente de aire, es vital para enfriar, calentar y humedecer las tierras y continentes ya que transfieren el calor desde el ecuador hasta los polos y como consecuencia puede cambiar los patrones de las precipitaciones en la tierra. El “motor” que hace funcionar esta cinta transportadora del calor recibido del sol incluye naturalmente a los importantes vientos Alisios.
En el océano cerca de Australia e Indonesia, el calor del sol calienta la capa superficial del mar evaporando ingentes cantidades de agua y dando como resultado enormes masas de aire húmedo que ascienden cientos de metros, lo que crea un sistema de bajas presiones en la superficie del mar. A medida que la masa de aire asciende y se enfría, libera su contenido de agua en forma de lluvia dando como resultado los famosos monzones de la región.

Ahora, mucho más seco y a mayor altura, el aire se mueve hacia el Este por las capas altas de la atmósfera y se enfría aún más aumentando su densidad. Cuando llega a la costa de América, es frío y pesado por lo que desciende y crea un sistema de altas presiones cerca de la superficie del agua.
En las capas bajas y pegado al mar el aire fluye desde el Este hacia el Oeste formando los Alisios que vuelan de nuevo hacia Australia e Indonesia. Este bucle circulatorio, que se mueve de Oeste a Este en la atmósfera superior y de Este a Oeste en la atmósfera inferior recibe el nombre de “circulación de Walter” y mantiene el equilibrio entre las aguas calientes del Pacífico Occidental y las aguas frías del Pacífico Oriental.
A medida que los vientos Alisios fluyen por el Pacífico hacia el Oeste, empujan consigo a la cálida capa superior del océano, haciendo que las aguas más calientes se acumulen alrededor de Indonesia, donde, gracias tanto a la acción de los vientos como a la expansión térmica, el nivel del mar suele estar unos 45 cm. más alto que en la costa de México.


Factores que rigen el clima de las islas Canarias:
El clima del archipiélago canario está determinado por dos factores de carácter general como son, su condición insular y su situación geográfica en las proximidades del Trópico de Cáncer. En líneas generales se puede definir como un clima subtropical con veranos secos, cuyas características le aproximan al matiz oceánico de los climas de tipo "mediterráneo". Es precisamente esta característica oceánica la que lo hace muy diferente del que corresponde en las mismas latitudes a las áreas continentales, en las que su extrema sequedad determina la existencia de un cinturón de grandes desiertos como los del Sahara, Egipto, Arabia y el Thar (India). La proximidad de las islas al continente africano no es un factor tan importante como puede parecer, ya que la circulación general de la atmósfera y las corrientes marinas dominantes, las mantienen generalmente fuera de su influencia. Por tanto, estos factores de carácter general unidos a los de carácter local como son la altitud y la orientación, son los que dan lugar a las diferentes zonas climáticas que pueden diferenciarse en las islas. Otras circunstancias que concurren en la zona y que dan lugar a que el clima de las islas presente una serie de características tan interesantes son: el efecto de una actividad borrascosa propia de las latitudes templadas, la influencia de depresiones frías a altos niveles, la posibilidad de perturbaciones netamente tropicales y las ocasionales invasiones de aire caliente del continente africano.