Portal Anquialino

Alejandro Martínez & Cristina Camacho

Portal Anquialino: ciencia ciudadana para reconectar a Lanzarote con sus aguas subterráneas

El Geoparque Global UNESCO Lanzarote y Archipiélago Chinijo alberga uno de los tesoros menos conocidos de la isla: sus ecosistemas anquialinos. Estos ecosistemas se desarrollan en las aguas subterráneas salinas que inundan las lavas costeras y que están conectadas con el mar solo de forma indirecta, a través de fisuras y poros. Aisladas y ocultas bajo la superficie, solo gracias a la presencia de charcos, jameos y pozos excavados en el litoral podemos acceder a ellas.
Estos ecosistemas, famosos a nivel mundial, albergan al menos treinta y ocho especies endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Estas especies, además de ser importantes por constituir un patrimonio natural único de Lanzarote, destacan por las funciones que desempeñan en nuestros ecosistemas costeros, proporcionándonos servicios ecosistémicos que han sostenido durante siglos a la población humana de la isla, desde la llegada de los majos hasta la actualidad.
Y es que, aunque los científicos estudian estos ecosistemas desde hace más de dos siglos, nuestra relación con ellos es mucho más antigua. Durante generaciones, las comunidades de Lanzarote han utilizado los ecosistemas anquialinos y sus aguas subterráneas para extraer sal, sostener infraestructuras, reunirse, bañarse… ¡y quién sabe qué más! Nuestros jameos, pozos, charcos y galerías forman parte de una memoria colectiva que merece ser recuperada.
Con este objetivo nació Portal Anquialino, una iniciativa de ciencia ciudadana promovida por nuestro Geoparque, apoyada por los Centros Turísticos y diseñada para unir el conocimiento científico con la memoria cultural de los ecosistemas anquialinos de Lanzarote. No es la primera iniciativa de divulgación en la isla, pero sí la primera vez que se ha involucrado de forma directa a la población, con especial énfasis en la participación del alumnado de 1.º y 2.º de Bachillerato.
En el Portal Anquialino, los participantes se convirtieron primero en investigadores e investigadoras por un día; y después,fueron invitadas a presentar sus trabajos en un congreso de Ciencia Ciudadana organizado en el salón de actos del Cabildo.
Visitas a los jameos para aprender a ver su laguna con nuevos ojos
La primera fase del Portal Anquialino tuvo lugar entre enero y mayo de 2025 e incluyó 18 visitas guiadas a Los Jameos del Agua. Aunque muchos participantes ya conocían el lugar, esta vez la divulgadora Cristina Camacho se lo presentó con otros ojos, dirigiendo la atención a los pequeños animales que viven en la laguna anquialina situada entre el Jameo Chico y el Grande, junto a la pista de baile. Allí, además de los numerosos jameítos que saludan a los visitantes, se encuentran otros animales más difíciles de ver, como las radagambas (Heteromysis cotti), las bonelias (Bonellia viridis), las gesielas (Gesiella jameensis) y los pequeños anfípodos Spelaeonicippebuchi y Hadzia acutus. En grupos de unas quince personas participaron estudiantes y profesores de los once institutos de la isla, así como guías turísticos, estudiantes de la Escuela de Pesca y vecinos inscritos a través de la web del Geoparque.
Las visitas combinaban explicaciones científicas con actividades prácticas. Tras una breve charla introductoria, los participantes realizaban un muestreo biológico visual en el que identificaban y contaban las especies que encontraban en la laguna. Esta experiencia directa servía como punto de partida para interpretar la geología, la ecología y el funcionamiento del sistema, conectando los pequeños animales observados no solo con la historia volcánica de la isla, sino también con los procesos ecológicos que mantienen la diversidad de la laguna: el flujo de luz solar, la entrada de materia orgánica desde el malpaís y el ir y venir de las mareas arrastrando partículas desde el mar.
Para evaluar el impacto de la actividad, los participantes completaron encuestas anónimas antes y después del recorrido. Además, se invitó a los asistentes a recordar historias familiares, anécdotas o usos tradicionales relacionados con jameos, pozos y charcos. Muchos compartieron historias de sus madres o abuelas, enraizadas en tiempos anteriores al turismo masivo y a la urbanización de la isla. Estos relatos se incorporaron al diálogo científico, creando un espacio donde ciencia y patrimonio se reforzaban mutuamente.

Un congreso de ciencia ciudadana para vincular conocimiento científico y patrimonial
La segunda fase se celebró el 23 de mayo de 2025, con un congreso de ciencia ciudadana que sirvió como cierre y celebración del proyecto. El objetivo principal del evento era poner en contacto al alumnado de los institutos con científicos y especialistas para dialogar sobre la importancia de los ecosistemas anquialinos de Lanzarote. Elena Mateo y Cristina Camacho presentaron el evento, que contó con ponentes como Sara Rendal, quien habló de la Red Promar y la importancia de la ciencia ciudadana; Concepción Valdivia, del Gobierno de Canarias, que conectó los ecosistemas anquialinos con los humedales costeros del archipiélago; Marika Maranzano, de la Universidad de Estocolmo, quien explicó el origen y evolución del jameíto; y Alejandro Martínez, del Instituto de Estudios del Agua de Italia y miembro del comité asesor del Geoparque, quien destacó el valor científico y patrimonial de estas aguas subterráneas. Dos agentes de Medio Ambiente dialogaron con el alumnado sobre cómo proteger estos frágiles ambientes.
A través de un vídeo, participaron además Troy Sakihara y Megan Lamson desde Hawái, destacando similitudes y diferencias entre los ecosistemas canarios y hawaianos, sus usos tradicionales y su biodiversidad.
El evento reunió a 175 estudiantes de la Escuela de Pesca, el Colegio Arenas Internacional y los IES Las Maretas, Puerto del Carmen, Teguise, Tinajo, Haría y César Manrique. Los trabajos presentados incluyeron diez pósteres que recogían las experiencias anquialinas, una colección de dibujos artísticos de nuestros jameítos y un vídeo con entrevistas a personas que compartieron sus recuerdos sobre los Jameos del Agua antes de la construcción del Centro Turístico. El congreso estuvo abierto al público general hasta completar el aforo.

Memorias de un grillo blanco
Portal Anquialino no solo ha acercado la ciencia a la ciudadanía; también ha buscado devolver valor a un patrimonio cultural e histórico que forma parte de la identidad de Lanzarote. Las historias compartidas durante las visitas—relatos de pozos utilizados para el consumo de agua, y charcos y jameos usados como lugares de encuentro—muestran que estos ecosistemas forman parte de la memoria de la isla.
El proyecto continuará con una publicación académica que sintetizará los resultados, así como con un libro y diversas actividades culturales dedicadas a recoger y revitalizar las tradiciones orales ligadas a estas aguas subterráneas. En todas ellas, la figura del jameíto o grillo blanco, nuestro Munidopsis polymorpha, se perfila como símbolo central entre ciencia y cultura—testigo cegato pero siempre presente en esta parte de nuestra cultura.

Portal Anquialino intenta demostrar que la conservación es más efectiva cuando la ciudadanía participa, observa y se reconoce en su propia tierra. Al combinar ciencia, tradición y participación social, la iniciativa ofrece un modelo para otros lugares donde las comunidades pueden convertirse en protagonistas de la conservación. Lanzarote, con su historia volcánica, su cultura y su extraordinaria biodiversidad subterránea, es un escenario único para esta nueva forma de entender y proteger la naturaleza, que vincula generaciones y abre diálogos para construir un futuro que no se olvide de nadie.