ORILLANDO
Esta fotografía quiere ser homenaje a una de las más importantes tradiciones de los/as isleños/as. Apenas nacemos, nuestros progenitores nos muestran el mar y nos mojan los pies en la orilla como auténtica ceremonia identitaria.
De tal modo, el resto de nuestras vidas queda marcado por ese lugar que representa el límite y frontera, la isla interior. El paisaje de la orilla, al que siempre retornamos, lejos de azorarnos, nos aporta una conciencia viajera y soñadora.