Esto no es solo cosa de hombres

Alberto Hugo Rojas

Kurdistán Sirio (Rojava) Siria.

Secuestradas, vendidas, violadas, torturadas o asesinadas, este sigue siendo el destino de miles de mujeres en los territorios controlados por el Daesh en Siria, Iraq, Nigeria o Libia sometidas con injustas normas impuestas por los terroristas, que anulan a la mujer como ser humano. Mientras el resto del mundo miraba para otro lado en Rojava, zona del norte de Siria de mayoría kurda, las mujeres tomaron las armas y lucharon con los hombres para derrotar a Daesh y también por sus derechos. En una zona del mundo tradicionalmente machista y misogina, en guerra y bajo el yugo de los asesinos y terroristas, nace la “Revolución de la Mujer”. Aquí las mujeres están combatiendo en el frente, formando las “YPJ”, gobernando junto con los hombres, repartiendo el poder de forma paritaria para que las próximas generaciones entiendan la igualdad de forma natural, y que la lucha por el feminismo es imposible sin el hombre. Una ley hizo posible la anulación de los matrimonios pactados, tras lo cual muchas chicas jóvenes que fueron obligadas a casarse, se fueron a luchar voluntariamente. En Dêrik, las madres y abuelas patrullan las calles y hacen guardia con sus kalashnikovs, ante cualquier posible ataque del Daesh. “HPC Hêzên Parastina Civakî”, es el nombre de las patrullas comunales voluntarias que protegen el vecindario en todas las ciudades y pueblos en Rojava, Siria, pues durante muchos años la “Comunidad Internacional” no hizo nada ante el sufrimiento de sus familias a manos del Daesh. No permitirán que vuelva a pasar. Al tiempo que dan una lección de como luchar por sus derechos. El futuro no está nada claro, pero han dado muchos pasos hacia delante, hacia atrás solo será para morir; es por esta razón que necesitan el apoyo de todas las mujeres y hombres del mundo. 

 

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