Veintinueve trece

Veintinueve Trece surgió hace cuatro años de la necesidad de formación que tenía un grupo de fotógrafos lanzaroteños. Algunos podían permitirse una master class de fin de semana en Madrid o a Barcelona, pero se dejaban en el camino casi mil euros (inscripción, avión, alojamiento, comida...).“¿Y por qué no lo hacemos en Lanzarote y de forma más económica?” se preguntaron un día. Pensaban sobre todo en compañeros recién graduados en Fotografía, sedientos de experiencias pero habitualmente sin recursos económicos suficientes para catar una edición de Photoespaña.

La pregunta no cayó en saco roto y empezaron a explorar referencias. Se inspiraron, entre otros, en Getxophoto, un encuentro que se celebra en un pueblo de Vizcaya y que hace una defensa radical del espacio público como lugar de encuentro, disfrute y reflexión.

“Lo hicimos a nuestro estilo”, dice Nico Melián, fotógrafo y director del Encuentro de Fotografía y Artes Visuales de Lanzarote Veintinueve Trece. Junto a él, un grupo de catorce profesionales con base en la isla, entre los que se encuentran Adrián Rodd, Joaquín Vera, Elena Zabalza, Sheila Caraballo, Débora Moro o Ginés Díaz, se encargan de diseñar un evento ya imprescindible para los artistas visuales de Canarias.

Su éxito se basa en haber procreado una cita donde se respira una atmósfera familiar, que propone una programación variada y de calidad, dando ejemplo de paridad tanto en la elaboración del cartel como en la formación del equipo organizador. Una producción cultural con una revolucionaria voluntad de servicio público.

¿Qué les diferencia de otros encuentros de fotografía? Fundamentalmente, que
no se centran exclusivamente en la fotografía de autor: entre sus ponentes
siempre hay mucha variedad, podemos encontrar desde especialistas en 3D, vídeo o ilustración. Por sus talegas de tela —regalo para todas las personas inscritas— han pasado las ilustraciones de Hugu, Sara Herranz o Santiago Alemán. La última edición, celebrada en El Almacén los días 14, 15 y 16 de noviembre, colgó el cartel de”completo” a los doce días de abrirse el plazo de inscripción.

Un total de 119 personas disfrutaron de tres días de ponencias, exposiciones, master class y foros de debate, y 63 se quedaron en lista de espera. “Nos da pena que se quede tanta gente fuera, pero si ampliamos el aforo se perdería la esencia del encuentro”, valoran. Y es que Veintinueve Trece se ha hecho bien conocido por la posibilidad de tomarte un caña tranquilamente con Joan Fontcuberta o con Alberto García Álix. Es en esos momentos de esparcimiento cuando llueven las ideas, cuando más y mejor brotan los proyectos de colaboración con otros compañeros, defiende la organización de Veintinueve Trece. “Te ayuda, te impulsa y te permite conocer a gente”.

Uno de los objetivos del encuentro es crear redes de intercambio y colaboración, como la que han fraguado con Lava Circular, un circuito que fomenta la cultura tradicional y contemporánea a través de actividades musicales, acciones artísticas y talleres en espectaculares localizaciones de El Hierro, y en el que han participado los artistas de Lanzarote Jericó Santander y Víctor G. Moreno. También han conectado con Photobook Club Canarias, un espacio de debate en torno a los libros de fotografía que este año propuso en Lanzarote analizar los poquísimos fotolibros hechos por mujeres que pueden encontrarse.

El perfil del público de Veintinueve Trece es muy variado, pero ha conseguido un particular arraigo entre la gente de 20 a 33 años y entre la población canaria: el 70% de los inscritos en su última edición fueron canarios. Aunque también han recibido gente de Suiza, Portugal, Barcelona, Madrid o Valencia.

Su asignatura pendiente es la misma que la de multitud de propuestas culturales: los adolescentes y jóvenes de 14 a 20 años. A pesar de tener descuentos en las inscripciones, ya de por sí económicas (15€ las ponencias de dos días, 45€ los talleres), todavía no consiguen conectar con ellos. Precisamente dirigido a los más jóvenes surge Frame, un certamen que ha lanzado Veintinueve Trece para buscar las mejores reproducciones de fotos, viñetas de cómic o fotogramas de películas, series o videojuegos. El plazo para participar acaba el 19 de diciembre. El premio: una cámara mirrorless con un objetivo.

Ya lo advierte su nombre, 29 13, las coordenadas geográficas de Lanzarote: el encuentro plantea una conexión directa con el paisaje y la gente de la isla, dos grandes fuentes de inspiración que son un imán para los ponentes y para el público que viene de otros lugares. La organización propone talleres sobre el terreno y excursiones por los rincones más auténticos del territorio, al más puro estilo exploratorio y vernáculo de Juan Brito cuando ejercía de chofer con su Ford Maroon de 1949.

La artista visual Yolanda Domínguez, experta en comunicación y género, prendió la mecha del debate esta pasada edición cuando analizó el impacto social que tienen las imágenes y su implicación en la desigualdad. Su trabajo Poses “es una crítica a la representación de la mujer en las editoriales de moda”, mujeres “desparramadas, extremadamente delgadas, sumisas, enfermizas, absurdas” que funcionan como referente de lo femenino. La imagen y la invisibilización de la mujer en las artes se convirtió en el gran tema de debate del encuentro.

Otro gran empeño de Veintinueve Trece es llegar a quienes no tienen un especial interés por las artes visuales. Por eso recurren al espacio público como sala de exposiciones. Así lo han hecho con OBSCURE, una muestra de Rubén Plasencia que reflexiona sobre cómo nos relacionamos con las personas que tienen ceguera, y con Salitre, una colección de imágenes que han sido portada de la revista NU2. Ambas permanecerán en la plaza de El Almacén y Marina Lanzarote respectivamente hasta el 16 de diciembre.

"A los más jóvenes les enseño que la fotografía es una aventura y que pueden utilizar cualquier objeto para meter el ojo y observar el mundo”, dice Ilan Wolff, que usa la técnica de la cámara oscura para explorar la vida, a bordo de su furgoneta—casa—laboratorio. La frase de Wolff define bien el espíritu de Veintinueve Trece, que se centra más en la mirada que en la técnica, en el trabajo colectivo más que en la brillante particularidad del autor.

Entrar en El Almacén durante el encuentro, que se celebra cada mes de noviembre, supone encontrarse un clima vibrante: un montón de personas con la cabeza en ebullición, con cuadernos y cámaras de fotos, sedientos de cerveza y conversación.

En solo cuatro ediciones han logrado posicionar Lanzarote en el mapa de las artes visuales de Canarias, han generado una red de intercambios y un foro de encuentro para creativos visuales. Pero queda muchísimo trabajo por hacer y un reto especialmente importante para 2020: llegar a los más jóvenes y programar actividades para el público en los barrios. “Queremos salir a la calle e involucrar a más gente, a todo ese público que no viene al encuentro pero que consume imágenes a diario. No nos enseñan a leerlas, ni a analizarlas, ni a cuestionarlas, pero a través de ellas recibimos un montón de estereotipos”.

 

M. J. Tabar

Fografías: Gerson Díaz