Un mar del plásticos
El primer informe sobre el impacto del plástico en el medio ambiente se publicó en 1928; en los años 70 se confirmaba este tipo de polución y ya en 2004 se publicó el primer artículo que explicitaba una nueva categoría de vertido: los microplásticos. Desde entonces, los esfuerzos del conjunto de la sociedad continúan y hoy tenemos más de 25.000 artículos científicos para comprender la creciente contaminación de los plásticos, cuya producción alcanza la terrible cifra de más de 400 millones de toneladas por año, la mayor parte de las cuales se acumula en nuestro entorno artificializado y en la naturaleza.
Hoy, en 2024, podemos detallar las amenazas reconocidas que representan los plásticos para el medio ambiente y la salud humana, a lo largo de su mal llamado "ciclo de vida". El doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y experto universitario en Epidemiología, Nicolás Olea, en una conferencia en Lanzarote en 2019, explicó que, cuando un recién nacido emerge al mundo, representa tres generaciones humanas que han sido impactados dramáticamente por disruptores endocrinos: su madre, el recién nacido mismo y sus descendientes potenciales.
La evidencia de estudios en seres humanos muestra la exposición y absorción de monómeros, polímeros, aditivos y otros compuestos químicos que se han detectado en el colon, las heces, la sangre, las venas, la leche materna y diferentes órganos, incluidos la placenta, los pulmones, el corazón y el hígado. A través de mecanismos de estrés oxidativo, inflamación y translocación, estos pueden provocar enfermedades metabólicas, hormonales, y también cáncer; evidencias preliminares sugieren interferencia con la función cerebral. Los plásticos se integran directamente en nuestra vida diaria de muchas maneras, como las sustancias químicas peligrosas que se filtran de los envases de plástico al agua y los alimentos. Los costos de la atención de la salud humana son al menos del orden de cientos de miles de millones de dólares al año sólo en Estados Unidos.
En el día a día vemos las evidencias de los efectos nocivos de la contaminación por plásticos a nuestro alrededor. Ya se ha documentado que más de 2.700 especies marinas se ven afectadas por estos residuos, y ese número sigue en aumento. Desde objetos que enredan físicamente, asfixian, frenan, bloquean y mutilan a los seres vivos, a los fragmentos que interfieren en la absorción de alimentos y nutrientes; de las sustancias químicas y patógenos asociados que se transfieren de los plásticos a los organismos a los micro y nanoplásticos agregados intencionalmente, junto con los generados cuando piezas más grandes se fragmentan y son ingeridas por miles de especies, con graves implicaciones para la biodiversidad, los ecosistemas y las generaciones actuales y futuras.
Desde estudios detallados de alta resolución a escala de las membranas celulares hasta el panorama general que se desarrolla a nivel de nuestras sociedades, la producción de plástico continúa creciendo sin tener en cuenta los límites planetarios, a una magnitud que impacta el sistema terrestre global y llevándonos más allá del espacio operativo seguro para la humanidad.
Acción ciudadana antiplásticos
El pasado mes de febrero, la asociación LGTBIQ+ Lánzate organizaba una batida de recogida de microplásticos en la costa de Caleta de Caballo (Teguise) para su posterior reutilización y transformación en una obra de creación artística colectiva. Se trata de una sola de las cientos de iniciativas desarrolladas en Lanzarote por la sociedad civil desde que se instaló en la conciencia colectiva la alarma por el impacto ambiental de este material en sus frágiles ecosistemas.
En la colección de pequeñas cosas que se convierten en hitos de la historia isleña, destaca la visita a finales del 2008 de un grupo investigador de la red Marine Sciences For Society. Quiso el azar que se acercaran al Ayuntamiento de Teguise a preguntar por las acciones públicas de carácter ambiental que se llevaban a cabo en el territorio, desde donde dirigieron sus pasos, sin ningún género de dudas, a la oficina de la Reserva de la Biosfera.
La alquimia fue instantánea entre profesionales comprometidos con la investigación colaborativa, ética e interdisciplinaria y la divulgación y el diálogo social; de aquel primer encuentro nacería una amistad inmarcesible y la voluntad conjunta de destinar esfuerzos al estudio de las consecuencias de la proliferación de plásticos en los medios marino y costero y a promover la implicación social en esta batalla ambiental.
El binomio Marine Sciences For Society y Reserva de la Biosfera centró sus objetivos en las reuniones científicas MICRO y en la campaña “Agüita con el plástico”, un programa de sensibilización sobre este vertido, impactos y gestión de su retirada que arrancó en 2013. La población lo abrazó e hizo suyo de inmediato y ese mismo año protagonizaría dos capítulos del programa de educación ambiental de RTVE “El Escarabajo Verde”, bajo el título genérico “Sopa de plástico”.
Previamente, entidades públicas y privadas, centros educativos, asociaciones y particulares se habían ido sumando, desde el año 2009, al compromiso de reducir el uso de este material en sus hogares, en sus puestos de trabajos y en sus hábitos cotidianos, gracias a la iniciativa “Plástico Cero”, galardonada con el VI Premio a la Creatividad Social de la Universidad de La Laguna. Recogieron el premio los tres estudiantes en prácticas en la oficina de la Reserva de la Biosfera que habían revolucionado las redes sociales, trasladando el mensaje con excelentes resultados.
Las campañas de limpieza promovidas por asociaciones ecologistas, colectivos vecinales e incluso grupos de amigos dieron sus frutos, tanto en la retirada de envases, bricks, latas, bolsas, tapones, restos de redes y otros objetos de plástico depositados en las playas y costas por la marea o abandonados por los bañistas, como en la concienciación colectiva.
La población lanzaroteña, heredera de la sensibilidad ambiental de César Manrique, recogió el testigo de la administración frente a la invasión de estos vertidos y ensanchó las acciones en defensa de un territorio considerado de manera colectiva como un legado valioso, frágil y único en el mundo, una cultura propia necesitada de cuidados.
Así las cosas, el ejemplar trabajo cooperativo de las instituciones y la sociedad civil ha obtenido el apoyo público de personas relevantes del mundo de la música, la ciencia o el deporte que han actuado como embajadores de la batalla contra los residuos plásticos, como Rosana Arbelo, Lionel Morales, Llum Barrera o Efecto Pasillo. Además, los sectores comercial, turístico y pesquero, las escuelas de adultos o la Universidad a Distancia se implicaron con la organización de charlas informativas. Ni un solo rincón de la isla quedó sin alcanzar.
Y para salvar fronteras y conquistar otros territorios con el mensaje de alarma por la concentración de plásticos en los océanos, que impactan a más de 2.700 especies, cinco millones y medio de cupones de la ONCE repartieron premios e invitaciones a la reflexión en agosto de 2017. Un año después el mensaje se colaba en el calendario anual de National Geographic.
La contaminación por plásticos sigue siendo un problema acuciante de las sociedades occidentales modernas que impacta a la totalidad del planeta, y por lo tanto, constituye uno de los principales desafíos ambientales del siglo XXI junto al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Según los informes de Naciones Unidas, cada día se vierte en nuestros océanos, ríos y lagos el equivalente a más de 2.000 camiones de basura cargados de residuos plásticos y, como consecuencia de ello, su presencia en los ecosistemas terrestres sigue en aumento, lo que exige continuar las acciones desde todos los ámbitos.
La población de Lanzarote mantiene su ejemplar compromiso en defensa de una mejor relación entre las personas y los entornos que habitan, de respeto por todos los seres vivos, de convivencia y de responsabilidad con las generaciones futuras. Valores que forman parte del entramado de dificultades y resiliencia, de triunfos colectivos y de afecto arraigado al paisaje que es historia y es herencia de sabiduría imperecedera.
MICRO LANZAROTE
Las islas de Lanzarote y La Graciosa tienen una gran tradición investigadora; por ellas han pasado desde hace siglos autoridades botánicas, ecólogas, meteorólogas, vulcanólogas, climatólogas; y los plásticos no han sido una excepción del interés científico internacional.
En las navidades del 2008-2009 se iniciaron los contactos de Marine Sciences For Society con las administraciones de la isla sobre la polución por microplásticos, dando comienzo un largo recorrido de muestreos y más muestreos, que desembocaron en la cuestión, allá por el año 2014:
"¿Queréis pasaros toda la vida muestreando? ¿O queréis cambiar las cosas?"
Esa pregunta sacudió las conciencias y, partiendo de la propuesta al final del taller MICRO 2014 en Plouzané, se convocó la primera edición de la conferencia internacional MICRO 2016 en Lanzarote, que culminó con la primera Declaración, la cual recogía:
"Existe una necesidad de mantener y mejorar la relación entre los esfuerzos en investigación y las políticas públicas a nivel regional, nacional e internacional como: OSPAR, NOWPAP, MEDPOL, la Directiva europea marco sobre la estrategia marina, etc.
Como consecuencia del aumento de la cantidad de microplásticos acumulados en el medioambiente, tenemos la obligación de compartir las investigaciones y expandir nuestros horizontes de investigación. Para eso necesitamos colaboración y cooperación, a todas las escalas de local a global, entre todos los sectores y disciplinas, para mejorar el conocimiento, educación y concienciación. Estos procesos no deben retrasar la acción".
Ese mismo año 2016 se incluye la playa de Famara como punto de referencia y muestreo regular en la Directiva europea marco sobre la estrategia marina y se convoca MICRO 2018, que contó con la presencia de los equipos de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (https://echa.europa.eu) que completó semanas más tarde su propuesta de ley.
Durante la pandemia, MICRO 2020 y MICRO 2022 se celebraron en línea; con todos los resúmenes y posters de las 500 presentaciones que animaron las semanas de cada edición. Y MICRO 2022 terminó de forma particularmente emotiva para la isla con la Declaración de Lanzarote, que nos recuerda lo fundamental de la conexión entre los diferentes componentes de nuestras sociedades.
Empezamos la preparación de MICRO 2024 inspirados por las palabras de Saramago:
"...assim é que a vida deve ser,quando um desanima,o outro agarra-se às próprias tripas e faz delas coraçao...”
"...así debe ser la vida,
cuando uno se desanima,
el otro agarra sus propias entrañas y las convierte en un corazón..."
E invitamos al conjunto de la sociedad lanzaroteña a participar en esta 5ª edición, del 23 al 27 de septiembre y a encontrarnos en el charco de San Ginés para exponer, debatir y aprender.
Diseño portada, Fernando Barbarin. MICRO, Declaración de Lanzarote 2022, cc-by-nc-sa: https://zenodo.org/records/7359316