canarias El origen de las islas

Las Islas Canarias siempre han despertado el interés muchos científicos a lo largo de la historia. Ha sido por una combinación de aspectos naturales que hacen de esta tierra un lugar singular donde los haya, y por supuesto, debido a su propio origen y estratégica localización geográfica. 

Origen de las Islas

Las Islas Canarias siempre han despertado el interés de muchos científicos a lo largo de la historia, debido a su propio origen y estratégica localización.
Son muchas las referencias históricas que se han dado citando unas islas perdidas en el océano, situadas lejos del mundo conocido más allá de las Columnas de Hércules (Estrecho de Gibraltar). Todo esto fue generando un conjunto de hipótesis sobre el origen de esta tierra desconocida, alimentando la imaginación de las civilizaciones de la época con historias y relatos mitológicos.
A partir del siglo XIX se ha intentado interpretar el origen de Canarias de manera estrictamente científica. Destacan sobre todo dos teorías relacionadas con los continentes actuales: la de los puentes continentales  basada en el análisis de la flora, fauna y rocas actuales del Archipiélago. Sostenía que estuvo unida a grandes islas o continentes, permitiendo el intercambio de estos seres vivos, si bien no existen en nuestras Islas terrenos sedimentarios que apoyen esta posibilidad.
La segunda explicaba el origen conjunto con el noroeste africano. Se basaba en que las Islas estuvieron tiempo atrás unidas al continente, en íntima relación con los movimientos que dieron lugar a la formación de la cordillera del Atlas y Antiatlas. Esta hipótesis implicaría también la aparición en Canarias de terrenos sedimentarios y de rocas similares en los dos lugares, hecho que tampoco ha sido contrastado.
Tras estas hipótesis, se realizaron nuevas investigaciones científicas que dieron lugar a las teorías actuales sobre el origen del Archipiélago. La Teoría de la deriva continental (1912) marcó un hito en la geología moderna, aunque no fue reconocida hasta 1960. Su autor, el astrónomo y meteorólogo alemán Alfred Wegener, dijo que los continentes se desplazaban sobre el fondo oceánico. Intentó dar explicación al surgimiento de los archipiélagos oceánicos, relacionando a Canarias con restos de bloques continentales que fueron quedando atrás en el desplazamiento de los continentes.
En la actualidad, ha quedado demostrado que Canarias tiene origen volcánico, inmerso en la dinámica global de la Tectónica de placas.
Hay diversas teorías que intentan explicar concretamente su proceso de formación y evolución, pero ninguna de ellas se ha adoptado como la única y verdadera. Se sitúan en una zona de intraplaca, a medio camino entre corteza continental y oceánica, siendo precisamente este hecho el que provoca discusión entre los que intentan descifrar su origen. Sólo se han mantenido cuatro teorías hasta la actualidad como las más aceptadas.
Teoría de los bloques levantados - Según esta hipótesis, las Islas se formarían hace 40 millones de años debido al choque entre la placa africana y la euroasiática, con un movimiento de compresión durante la orogenia Alpina. (Araña Saavedra y otros en 1976). Con ello, se formaron cordilleras por plegamiento de materiales, como el Atlas en Marruecos y también se fracturó la corteza oceánica en algunos puntos más débiles, dando lugar al levantamiento de bloques que conformarían la base de cada una de las Islas. Posteriormente, al cesar el movimiento de las placas litosféricas, se originó el ascenso de magma a través de las fracturas o grietas que se habían formado entre los bloques.
Teoría del punto caliente - Wilson T. En los archipiélagos de intraplaca el vulcanismo está producido por una fuente de magma llamado hot spot o punto caliente. Al producirse el ascenso, se expulsa al exterior y se forma una isla, que se va alejando de este foco de emisión debido al desplazamiento de la placa africana de oeste a este.
Teoría de la fractura propagante - Anguita F. y Hernán F. Está relacionada con la formación de la falla del Atlas Meridional, una fractura situada en el noroeste de África formada por el choque de la placa africana y la euroasiática y como consecuencia, se cree que se propagó de este a oeste hasta la zona del Archipiélago, a través del fondo oceánico. Cuando cesó el movimiento y la presión entre las placas, comenzó el ascenso puntual del magma que iría formando cada una de las Islas.
Teoría de de los empujes ascensionales -  Afirma que Canarias e islas vecinas, son consecuencia de empujes ascendentes de magma. Cuando finaliza el movimiento entre las placas, se reactivaron focos magmáticos profundos por la expansión del fondo oceánico. Comienza el ascenso de los materiales volcánicos, primero produciendo un abombamiento de la corteza oceánica y luego una ruptura por donde ascendió magma, acumulándose y aflorando posteriormente a la superficie.

Formación de las Islas
A pesar de tener el mismo origen, la diferente evolución y combinación de materiales ha hecho que cada una de las Islas posea un relieve singular, exclusivo en el conjunto del Archipiélago.
Se cree que las Islas orientales surgieron por primera vez hace 19-20 millones de años. Se estima que para las Islas orientales y centrales comenzó hace 20-15 millones de años y para islas como La Palma o La Gomera hace 2 millones de años.
En Lanzarote, la actividad volcánica se concentró en Famara y Los Ajaches; en Fuerteventura, en la zona de Betancuria y el macizo de Jandía; en Gran Canaria, en la mitad occidental y centro; en Tenerife, en los macizos de Adeje, Teno y Anaga; en La Gomera y El Hierro en las zonas del noreste, y en La Palma, en su mitad norte.
Tras este ciclo o serie volcánica hubo un largo periodo de inactividad que duró aproximadamente 2 millones de años. Esto modificó parte del relieve que se había construido por los procesos erosivos. En las islas más jóvenes como El Hierro, este proceso de desgaste no tuvo casi repercusión. Sin embargo en las más antiguas como Fuerteventura, el relieve ha sido arrasado debido a la acción erosiva durante mucho más tiempo.
Después de esta inactividad surgen las Series Volcánicas Pio-Pleistocenas , la segunda fase subaérea que se dio en las Islas. Es el ciclo en el que se forma casi toda la isla de El Hierro junto con el archipiélago Chinijo, constituido por los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara y los Roques del Este y del Oeste.
La actividad volcánica de este ciclo se prolonga hasta la actualidad con el vulcanismo histórico, que es el que ha quedado registrado y documentado por el hombre a lo largo de la historia. Se ha dado exclusivamente en las islas de Lanzarote, Tenerife, La Palma y El Hierro.
Características de las erupciones volcánicas
Independientemente de su origen, en lo que no hay discusión en la comunidad científica, es que las Islas son consecuencia de erupciones volcánicas en el fondo marino. Estas erupciones, una vez que ganan el medio aéreo, van formando una isla. Los nuevos volcanes y sus coladas se van superponiendo, con lo que la isla va ganando en superficie y en altura.
En Canarias, el mecanismo que da lugar a los procesos eruptivos suele estar condicionado fundamentalmente por dos factores. Por un lado la viscosidad de los magmas y su contenido, y por otro, la posible interacción con una fuente de agua. (Hidrovolcanismo)
Los tubos volcánicos, un ejemplo de las formas resultantes
Una de las estructuras volcánicas más características de nuestro Archipiélago son los canales y tubos volcánicos. Se forman cuando una colada  que se desplaza por una ladera se enfría, comenzando a solidificarse tanto la zona más externa, al entrar en contacto con el aire, como la zona que entra en contacto con la tierra. La lava sigue discurriendo entre ambas capas solidificadas. Si la pendiente es pronunciada, lo normal es que al finalizar la actividad volcánica el tubo quede vacío. Conocidos por su espectacularidad y longitud, son los tubos volcánicos del volcán de la Corona, en Lanzarote, y la Cueva del Viento, en Tenerife.
Estas magnificas formas volcánicas, suelen quedar ocultas, hasta que por cualquier motivo se rompe la capa superior formando un jameo, dejando al descubierto el interior del tubo volcánico. Un magnifico ejemplo son la Cueva de Los Verdes y los Jameos del Agua en Lanzarote
Erupciones históricas en Canarias
Las erupciones históricas son aquellas que han quedado registradas y documentadas por el hombre a lo largo de la historia y en Canarias el periodo abarca los últimos 500 años. Durante este tiempo, no en todas las islas se produce actividad, tan sólo El Hierro, Lanzarote, Tenerife y La Palma han conocido erupciones volcánicas.
La Isla de El Hierro es la que presenta menor número de manifestaciones, contando sólo con el volcán de Lomo Negro, en el Noroeste del El Golfo, que entró en erupción en 1793. Aún así, a partir de julio del año 2011 una serie de movimientos sísmicos de pequeña magnitud desencadenan, tres meses más tarde, concretamente el 10 de Octubre, una erupción submarina al sur del núcleo pesquero de La Restinga. Se convierte así en la última manifestación volcánica de las Islas Canarias.
Lanzarote será el escenario de la más espectacular formación de volcanes históricos. Las erupciones volcánicas de Timanfaya, ocurridas entre 1730 y 1736, van a ser las responsables del aspecto de gran parte de la isla conejera. En 1824, muy cerca de Timanfaya, entran en erupción tres nuevos volcanes, el volcán de Tao, el volcán Nuevo del Fuego y el volcán de Tinguatón.

Relieve
El relieve de las Islas Canarias se caracteriza por la continua construcción-destrucción de materiales volcánicos. Esto le ha dado a cada una de las Islas un aspecto particular y único, que depende directamente de la actividad volcánica que haya tenido y de la antigüedad y resistencia de sus materiales.
Cada una de las Islas suele tener su máxima altitud en las zonas centrales y a partir de ahí va disminuyendo hasta llegar al litoral. Lanzarote y Fuerteventura constituyen una excepción. Son las islas más bajas y llanas, cuyo relieve ha sido arrasado por la erosión, al ser las más antiguas del Archipiélago.
Esto también ha provocado que estas dos Islas sean tan áridas, ya que las nubes cargadas de humedad que traen los vientos alisios, pasan de largo sin provocar la precipitación de niebla o lluvia horizontal.
Las mayores altitudes en Canarias están constituidas por el Teide en Tenerife (3.718 m, el pico más elevado de España), el Roque de los Muchachos en La Palma (2.423 m), el Pico de las Nieves en Gran Canaria (1.949 m).
Uno de los rasgos de identidad del relieve canario son las formas volcánicas recientes. Los volcanes y las estructuras resultantes de los productos que arrojaron, constituyen uno de los paisajes más atractivos y peculiares de las Islas.
Los materiales más jóvenes son los más espectaculares. Se superponen a las estructuras previamente formadas y, en ocasiones, han llegado al mar aumentando la superficie insular. Los valles y las calderas constituyen elementos importantes y característicos del relieve de las Islas, con diferentes teorías que explican su proceso de formación.
Desde las zonas centrales más elevadas de las Islas nacen la mayoría de los grandes barrancos, que es otro de los rasgos característicos. El Hierro es la única del Archipiélago que no tiene barrancos. Esto es debido a su juventud.
La costa adopta diferentes formas debido al constante proceso de erosión marina al que están sometidas. Sus formas son muy diversas y pueden estar constituidas por imponentes acantilados, por rampas lávicas que llegan hasta el mar formando islas bajas, por franjas costeras rocosas o por grandes playas de arena negra o amarilla.