Nº 2
TOMATE
Siempre me he preguntado que factores son los que nos llevan a elegir una cosa u otra, si son externos o innatos a la persona.
Pongamos por ejemplo los tomates y su curiosa transformación física en los últimos años: Poco a poco han ido adoptando un aspecto clónico, rojo uniforme –casi fosforito-, idéntico diámetro y una piel tan sometida a cirugía que de tan perfecta no parece ni comestible. Lo cierto es que su aspecto rejuvenecido ha sido directamente proporcional a la perdida de su sabor -vamos, ¡que no saben a tomate!-. Y he aquí mi duda: ¿somos los consumidores quienes inicialmente demandamos el precioso tomate insípido, sustituyendo al sabroso y deformado de toda la vida, o por el contrario nos fueron acostumbrando a ellos obedeciendo a las nuevas estrategias de mercado y marketing?. Otro ejemplo, yo suelo "presumir" de no consumir telebasura, no porque intelectualmente esté dotado de una sensibilidad especial. Es mucho más sencillo: si me sentara 15 minutos frente al televisor estoy convencido de que me engancharía. Otra vez la duda, ¿somos los consumidores quienes originalmente demandamos programas en donde unos personajillos de plástico se ladran mutuamente o por el contrario son las productoras las que han ido sustituyendo una programación creativa y educativa por otra barata y analfabeta?.
Mis dudas se han despejado, tengo claro que la gente prefiere comer un sabroso tomate y disfrutar de un buen documental.