SEBADALES

Aníbal Vega-Almeida

Las praderas marinas, al igual que las terrestres, son agrupaciones de plantas que recubren una gran extensión de terreno. Aunque se encuentran bajo el mar se trata de plantas, no de algas, porque las especies que conforman estos pastos subacuáticos tienen raíz, tallo, hoja e incluso flor, igual que un geranio.

El beneficio que aportan estos “céspedes” marinos no es puramente estético, ya que además favorecen la fijación del sustrato arenoso como lo harían las raíces de un bosque de pinos, lo que dificulta la erosión costera y, por tanto, permite que nuestras playas puedan conservar su preciada arena. Pero este no es el único secreto que guardan estas habitantes marinas; entre sus hojas encuentran cobijo multitud de especies marinas que aprovechan su cobertura para refugiarse de los predadores y/o alimentarse de una gran variedad de organismos marinos. En definitiva, las praderas marinas son el soporte de toda una red mucho más compleja que da lugar a uno de los ecosistemas marinos de mayor biodiversidad de nuestras costas.

La familia de plantas que forman estas praderas es más amplia de lo que pensamos. En Canarias son muy conocidos los sebadales, formados por agrupaciones de la especie Cymodocea nodosa o seba. En Lanzarote además, tenemos la suerte de contar con los únicos residentes canarios de otra especie, la seba fina o Nanozostera noltii, presente únicamente en algunos puntos de la marina de Arrecife. No obstante, este grupo de plantas se extiende por casi todo el globo. En el Mediterráneo, las sebas conviven con otras primas hermanas, como la Posidonia oceánica y la Zostera marina. Todas ellas comparten características físicas similares: tienen hojas verdes largas y estrechas, viven en aguas costeras protegidas y poco profundas y contribuyen al fortalecimiento de las zonas de pesca.

MUSEO ATLÁNTICO Y PROYECTOS AMBIENTALES
Lamentablemente, el estado de conservación de esta planta marina no es del todo bueno, puesto que entre otros agentes, se encuentra amenazada por la proliferación de una cianobacteria llamada Lyngbya majuscula. La Lyngbya viene a adherirse a las hojas de la seba, de tal manera que ésta encuentra dificultades para realizar la fotosíntesis (recordemos que hablamos de plantas y como tales necesitan la luz del Sol), y por tanto tiende a causar su debilitamiento y muerte, uno de los motivos por el que el grado de cobertura de estas praderas ha venido disminuyendo en los últimos años. Dicho de otra manera, la lyngbya viene a causarle una especie de dermatitis a la seba.

Una de las iniciativas que está contribuyendo para revertir esta situación se está desarrollando desde el Museo Atlántico, a través del desarrollo de un proyecto piloto para la repoblación de esta especie en la Bahía de Las Coloradas y su entorno más cercano. Esta acción se engloba dentro de la línea de proyectos de conservación ambiental a la que el museo contribuye aportando fondos para la mejora del medio marino.

EL PROYECTO Tras tramitar con el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente la obtención del permiso correspondiente para el manejo de esta especie protegida, el proyecto recibió luz verde de la administración estatal el pasado mes de mayo. En ese momento, el equipo conformado por la consultora ambiental DRACAENA y expertas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, lideradas por la profesora de fisiología vegetal Pilar García, procedieron a la recolección de los esquejes de una pradera donante en las cercanías del Puerto de Playa Blanca.

Una vez trasladados a la universidad, en un operativo minucioso, el equipo responsable de la Facultad de Ciencias del Mar de la ULPGC procedió a la limpieza y selección de los 75 fragmentos recogidos para su posterior aclimatación en peceras con condiciones ideales que estimularían el crecimiento de las plantas.

Tras mes y medio de cultivo, los esquejes habían reunido la fuerza necesaria para acometer el gran reto, su trasplante en dos parcelas idóneas; el Museo Atlántico, que cuenta con el monitoreo continuo por parte de centros de buceo y otra cerca de la punta de Papagayo, como apoyo a una pradera de sebadal ya consolidada.

RESULTADOS
Transcurridos dos meses de esta repoblación, llevada a cabo en junio de este año, la mayoría de las plantas ha conseguido aclimatarse a su nuevo entorno y aunque han encontrado algún bache, progresan lenta pero adecuadamente.

El proyecto se basa en el concepto de ciencia ciudadana, de manera que la población apoye la tarea de monitoreo semanal llevada a cabo por los técnicos de la consultora ambiental, contribuyendo con información básica y diaria sobre la evolución del proyecto. En este sentido es destacable la labor desempeñada por los instructores de buceo a través de las visitas guiadas que realizan por este entorno marino. De esta manera la inmersión en el museo no solo se reduce a una visita de los fondos marinos de la isla, ya de por sí interesantes, sino que también permite que buceadores de todo el mundo puedan involucrarse con su actividad en la conservación del medio.

Esta propuesta no solo está reservada a buceadores, sino a todos los amantes del mundo marino que pueden contribuir de muchas formas con el proyecto, comenzando por combatir la basura marina y vertidos que se producen en nuestras playas, otro de los agentes que amenaza estas praderas. En línea con la filosofía de ciencia ciudadana, el Gobierno de Canarias ha desarrollado la herramienta RedPROMAR, una aplicación móvil gratuita que permite a cualquier usuario habitual de nuestras costas, como paseantes, pescadores o bañistas, notificar la presencia de organismos que considere anómalos. Toda esa información se vuelca en una plataforma y es analizada diariamente por investigadores para el monitoreo del medio marino y así poder anticiparse a la toma de decisiones. A cambio, ofrece una estupenda guía de reconocimiento de especies.

Si quieres tener más detalles sobre el desarrollo de este proyecto piloto, puedes solicitar información actualizada al correo amigosdelma@centrosturisticos.com desde el que se informará mensualmente de la evolución del proyecto así como de otras iniciativas relacionadas.