LAS CUEVAS SUBMARINAS

Rodrigo Riera

Las cuevas submarinas engloban aquellas cavidades que se encuentran inundadas de agua marina de forma permanente y una de sus características más sorprendentes es la gran variedad de formas de vida que se pueden encontrar en ellas. Los animales más conocidos son las langostas, pequeñas gambas y peces con ojos grandes y de movimientos lentos que huyen de la luz de nuestras linternas, pero la majestuosidad de las esponjas, anémonas y corales representan la expresión de biodiversidad más importante de estos ambientes. 

Según nos adentramos dentro de ellas se observan cambios de colores, formas y texturas de los organismos que tapizan las paredes y el techo de las cuevas. Desde la entrada hasta el final de la cavidad se observa un gradiente en el cual cada vez adquiere menos importancia la luz ambiental en beneficio de la oscuridad, encontrándose adaptados a este tipo de vida multitud de organismos. Sin embargo, existen otros factores además de la luminosidad que influyen en la presencia de unas comunidades biológicas diferentes en el interior de las cuevas marinas, como son la temperatura, filtraciones de agua dulce o ausencia de corrientes, entre otras. 
Estas condiciones ambientales son semejantes a las que se encuentran en fondos profundos, sin algas por la falta de luz y dominados por organismos filtradores y detritívoros, que se alimentan de materia orgánica en descomposición. Las esponjas, anémonas, briozoos y corales dominan la mayor parte de la fauna presente en las cuevas submarinas porque las características de las cuevas permite el asentamiento y colonización de este tipo de animales en el techo y las paredes. Varias de estas especies se han especializado a vivir en estos ambientes y, por tanto, a lo largo del proceso de evolución se han convertido en endemismos con un área de distribución restringida a estas cavidades submarinas. 
En las últimas décadas se han descrito multitud de especies cavernícolas marinas que eran desconocidas para nosotros. Muchas de ellas con impresionantes colores que ofrecen un espectáculo único a la luz del foco, con tonos amarillentos, anaranjados, rojos, blancos, etc. Pero en los últimos años se ha encontrado un auténtico filón de oro con el estudio de los organismos diminutos que habitan en el interior de las esponjas, anémonas y corales de las cuevas submarinas. Se trata de pequeñas gambas, gusanos, moluscos e incluso peces, que se han adaptado a vivir en estas condiciones tan especiales. Estos animales aprovechan para alimentarse del organismo sobre el que viven, y en muchas ocasiones adquieren su misma coloración y, por esta razón, pasan desapercibidos en la mayoría de las ocasiones para los buceadores. También se han descubierto nuevas especies en los sedimentos que se encuentran en el suelo de las cuevas e incluso nadando en la columna de agua. 
Las cuevas marinas en Canarias son diferentes a las de otras partes geográficas por su origen volcánico, y su naturaleza implica la existencia de cavidades y oquedades, como los jameos, que únicamente se localizan en zonas concretas de la Tierra. Por otro lado, en muchas cavidades del archipiélago es frecuente encontrar bóvedas con una parte emergida que no se encuentra inundada de agua, y las filtraciones de agua son frecuentes debido a la naturaleza de la roca volcánica. En los últimos años se está realizando un inventario de la biodiversidad presente en las cavidades marinas sumergidas del archipiélago, con el fin de conocer el número de especies y su estado de conservación.
Sin embargo, toda la riqueza de vida que encontramos en las cuevas marinas se encuentraen en grave peligro pues se trata de un ambiente muy frágil en el cual las condiciones ambientales son constantes y los organismos no se encuentran adaptados a variaciones bruscas de temperatura, oleaje, salinidad, etc. Además, muchas de las especies cavernícolas son de crecimiento muy lento y son necesarias varias décadas para recuperarse después de una perturbación puntual. Por esta razón, y para garantizar la conservación de estos ambientes, se encuentran formando parte de la lista de hábitats marinos de interés comunitario, y corresponden al hábitat “8330 Cuevas marinas sumergida o semisumergidas”.
 
Rodrigo Riera: Centro de Investigaciones Medioambientales del Atlántico (CIMA SL), Arzobispo Elías Yanes, 44, 38206 La Laguna, Tenerife, Islas Canarias. * email: rodrigo@cimacanarias.com
Mikel A. Becerro: Instituto de Productos Naturales y Agrobiología 
(IPNA—CSIC), Astrofísico Francisco Sánchez, 3, 38206 La Laguna, Tenerife, Islas Canarias.
Arturo Boyra: www.oceanografica.com