OCTAVIO PINEDA

afuerismo
las palabras son ladrillos de papel copas de polvo y archipiélago

 

amasijo
en el mar se cumplen lentas ceremonias
Alvaro Mutis

una brisa lenta despieza las islas del océano cada mañana una muralla de aire mueve su sinfonía natural con el abismo las olas se desincrustan se desarman se destierran continente adentro el archipiélago va metiéndose en otro territorio sigue la ruta que afuera dibujan los árboles y el desierto el nuevo borde recorre las playas las calles una a una surgen dunas de arena en las rodillas aparecen difuminadas con otra luz las velas de los parques el archipiélago repliega su cuerpo apaisado cada día hasta adentrarse en el horizonte se hace piedra el mar levanta otro cuerpo entonces mira escapar sus islas de madera y se desmiembra

 

conversaciones en
Punta Brava
a Manolo Padorno y su otra ciudad

la ciudad era invisible era una nube de vidrio un espejismo y escribía luces o calles de cristal en fila cuerpos transparentes por avenidas iban aquellos ríos alados los edificios de árboles y los semáforos dijo aquella ciudad de aire acostada en el mar que florecía contra el mástil fantasma inventó muros del puerto lentos que se desvanecían parques y vasos palmeras intermitentes dijo también el color cubierto de las paredes la avenida mecánica y el agua que le engullía cada noche cuando no había horas ni tiempo en las casas dijo que la ciudad era invisible era un lienzo pintado por las olas una armadura fina que existía


conversaciones en Fuerteventura
Playa de Cofete

se dejaba resbalar bocabajo la montaña hasta alcanzar la orilla gotas de lluvia seca mezclada en la arena conocían el mar porque brotaban de la montaña boca arriba allí despegaban el viento pájaros azules se desenterraban de aquella ventana donde hablábamos y decíamos el paisaje en el océano nos metía en su proceso lento de tierra y nos conducía hasta el fondo para que despertáramos en el medio aislados en la montaña escondíamos las manos y allí nos disolvía el aire

 

  • Compártelo: