“POEMAS_DEL_MAR”

I
Inmenso mar, profundo mar
de todos los silencios.
Camino antiguo por el que vine y fui
y marcharé algún día.
Líquido infinito del transcurrir del tiempo
y masa densa por donde los suspiros mueren
poco a poco.
Inmenso mar, profundo mar
de todos los recuerdos.
Hilos de espuma de la maraña de la vida
y de lejanos sueños.
Cuna y sepulcro de todos los azules.
Sepulcro y cuna de todos los deseos.
Inmenso mar, profundo mar.

II

Todo el Mediterráneo volcado en ti,
de brazos largos este Atlántico grandioso.
Todas, todas mis raíces de un lado a otro de mi vida
bañadas entre aguas distintas.
¿En qué cuaderno de bitácora se describe tu azul de sol?
¿A qué rutas me lleva este grumete de pasiones?
¿A dónde anclar los ecos de cada una de mis palabras?
Tanta agua para seguir sedienta.
Tanta sed para remar y remar día a día.
Tengo el mar por escudo.
Tengo el mar por bandera.
Y me disuelvo entre algas marinas,
entre arenas, entre el oleaje torpe de la noche,
en ese trazo inútil que marcan las estrellas
esperando la infinita ola que me lleve
y me robe del tiempo
en una pleamar cualquiera.

III

Amanece en Cartagena, en el mar de Mazarrón,
un niño con una sardinilla en la mano.
Es el pequeño Ícue del principio de los tiempos y el mar.

El hombre de blanco camina despacio por la playa.
Una caracola blanca y rosa es el regalo para la joven guapa.

Surge la tempestad, ¡Ay, mar, mi mar!
Las olas se levantan hasta el cielo, ¡toda la sal del mundo!
Todos los ecos marinos buscando un noray de remanso.

Una niña de pelo revuelto hace pececillos de arena
con un molde sencillo de carey
a la orilla del mar.
Aprieta entre sus manos los dos mares que tiene.
Teje sus velas blancas.
Navega a la deriva del viento.
Y sabe de la esperanza, de cada ola, de cada sueño,
de cada infinito que guardan los deseos.