"SIN_TÍTULO”
La mar ha sido para el isleño canario, el elemento contradictorio; a la vez positivo, a la vez negativo, debido fundamentalmente a sus condicionantes geográficas. Este hecho puede actuar como puente unificadora uniéndolas en un único proyecto común, o separador, creando en ellas diferentes personalidades; culturales, históricas, geográficas y vivenciales.
La mar, es el medio que se encarga, de forma estratégica, de definir las siluetas y contornos en los límites de las bases de cada una de las islas, marcándonos en el horizonte la situación de sus litorales y costas.
Para el canario, el hecho insular está claro que ha endurecido sus condiciones vitales a lo largo de la historia, aún así se nos considera puente entre civilizaciones, con los diferentes continentes, con el consiguiente mestizaje cultural. El hecho de navegar con todo tipo de embarcaciones, según la época y disponibilidad económica del nativo, así como el objetivo, fuese éste la pesca en el barco pesquero africano o de litoral, o bien para emigrar a otros mundos en busca de mejores perspectivas vitales económicas y de futuro, o bien por motivos de índole política. En esta tragedia de la emigración, así como en las faenas de la pesca, muchos pagaron con sus vidas el intento.
Por estas circunstancias, y ante la oleada migratoria que afecta al mundo, la falta de medios, las hambrunas y contradictoriamente el armamentismo más sofisticado, me tienen que afectar anímicamente, y ante la visión del mar serena, pero dolorosamente reflexiono que, si bien puede ser fuente de vida y por lo tanto de alegría, también a la vez se puede convertir en marca infausta de dolor, por múltiples tragedias ocurridas pero nunca deseadas.