GUILLERMO RODRÍGUEZ

“SIN_TÍTULO”

Bebiste del agua ahogada de los espejos,
y ahora desiertos de espuma despierta
amamantan tu desnuda boca láctea
junto a anfibias redondeces fatigadas.
Melodías de sal deshojan tu carne
en el horizonte mudo de las algas,
en la frontera húmeda de las escamas.
Donde ya no lloverán tus hermosos dedos
hacia la tierra.
hacia la tierra
infectada, grangenada,
por el domesticado acero ciego.


Rafael Santiago