ANA SERNA

“KAYAKS”

Acudí a la cita movida por mi pasión por el mar, más que por la naturaleza del encuentro. Allí estaban ellos, enfilando sus proas contra el puente que nos une por un instante en un nudo de aguas y maderas, hundidas y levantadas a fuerza de remos que avanzan para luego separarnos. Quise detener el tiempo en mis pupilas, atraparlo en la retina digital. El mar dejó de moverse como un pez rendido ante los arpones de la luz.

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