VIAJE DE LA PLAYA

Foto y texto: Carlos A. Schwartz

La playa de El Médano no es distinta de muchas otras. Un lugar que la gente recorre de muy diferentes formas: de principio a fin, una o repetidas veces, en compañía o en la soledad. El viajero de la playa se cruza con otros que caminan en dirección contraria, o les  adelanta y también es adelantado si van en la misma dirección. Unos recorren el itinerario lejos de donde rompe el agua, otros prefieren desplazarse dentro del mar. En esos momentos el escenario es sólo un marco para las cavilaciones. No hay otro lugar en el que el pensamiento se despliegue con mayor intensidad: el sol rabioso, la persistencia del mar deslizándose sobre la arena, el flujo de la gente... todo eso posibilita el viaje. Y ese viaje es únicamente una pequeña metáfora de lo que es el del curso de la vida: desplazarse, cruzarse con desconocidos, entablar conversaciones, soñar, respirar. Sólo eso.