Gonzalo Concepción

“circo toti” técnica mixta, acrílico y acuarela

En un tiempo de restricciones y mordaza, el Circo Toti —o Gran Circo Canarias, nombre oficial del que iba a prescindir la memoria colectiva— fue recorriendo sin prisa cada una de las siete islas con largos períodos de asentamiento en los diferentes municipios, sobre todo en las zonas rurales, donde se aceptaba como pago de entrada las más variadas ofrendas en especie: huevos, queso, papas, gofio… Bajo los rigores de la pobreza, pero sintiéndose a salvo en el reducto de Canarias mientras a muchos kilómetros de distancia explotaba el polvorín de Europa con el aquelarre nazi, este desvalido clan circense supo acogerse a la premisa de que el hambre, además de despertar el seso, ayuda a confraternizar en los lugares más pequeños y entre las gentes más humildes.

Anelio Rodríguez Concepción: Historia de Mr. Sabas, domador de leones, y su admirable familia del Circo Toti. Editorial Pre– Textos, Valencia, 2019.

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